Todos sabemos que cepillarnos los dientes es importante para evitar que se acumule la placa y el sarro, pero ¿qué significa eso exactamente? Aquí encontrarás todo lo que necesitas saber sobre la placa y el sarro, incluso cómo mantenerlos bajo control
Placa y sarro: ¿cuál es la diferencia?
La placa dental es una acumulación de bacterias dañinas que se forma en los dientes y debajo de las encías. La placa en los dientes es motivo de preocupación porque crea ácidos que pueden ocasionar caries y enfermedades en las encías. El cepillado regular y el uso de hilo dental son suficientes para deshacerse de él, pero si la placa no se controla, se endurece y se convierte en sarro.
El sarro dental forma una costra dura y amarillenta en los dientes, principalmente visible en la línea de las encías detrás de los dientes frontales inferiores. Una vez que se ha formado el sarro, puedes desarrollar problemas como caries y enfermedades de las encías, incluso si tienes una buena rutina de salud bucal; a diferencia de la placa, el sarro no se puede eliminar cepillando, por lo que debe eliminarlo tu dentista o higienista.
En primer lugar, la mejor forma de tratar la acumulación de sarro es evitar que suceda. Aquí te explicamos cómo:
¿Cómo puedo tratar la placa y prevenir el sarro?
No hay nada mejor que mantener una buena rutina de salud bucal para combatir la placa y el sarro.
- Cepíllate bien los dientes dos veces al día con una pasta dental con fluoruro durante al menos dos minutos cada vez. La pasta dental Pepsodent contiene fluoruro y otros ingredientes activos que previenen específicamente la acumulación de sarro.
- Usa un cepillo de cerdas suaves a medianas.
- Usa hilo dental todos los días, esto es esencial, así que no te saltes este paso, incluso si tienes prisa.
- Enjuágate con un enjuague bucal con fluoruro y antibacteriano.
Visita a tu dentista cada seis meses para eliminar cualquier acumulación de sarro que pueda haberse formado.
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Mantén una dieta antiplaca
La placa se nutre de alimentos azucarados y ricos en almidón, como el pan blanco refinado y la pasta. Intenta limitar su consumo. Si comes algo dulce o algo con almidón, considera cepillar muy bien tus dientes luego, pero espera al menos 30 minutos antes de hacerlo. Beber mucha agua también ayudará, ya que elimina los restos de comida y ayuda a equilibrar los niveles de pH en la boca.
Realiza una limpieza dental profesional
También es importante visitar a tu dentista o higienista al menos una vez cada seis meses para una profunda revisión y limpieza. El dentista podrá eliminar cualquier acumulación de sarro y asesorarte sobre cualquier problema.
Si mantienes una rutina diaria de salud bucal simple y la conviertes en un ritual, el hilo dental y el cepillado dos veces al día serán algo natural para ti, de modo que también podrás disfrutar de una sonrisa más sana y feliz todos los días.
