Todos los padres quieren que sus hijos disfruten de dientes fuertes y sanos, sin embargo, las caries en los niños son más comunes, porque el esmalte de los dientes de leche es más débil que el esmalte en los dientes de los adultos.
Aquí te mostramos cómo se desarrollan las caries y lo que puedes hacer para proteger los dientes de tus hijos.
Las bacterias en la boca de tu hijo se acumulan naturalmente, formando una sustancia pegajosa llamada placa. Esta placa puede cubrir los dientes y, a medida que tu hijo come, la bacteria en la placa crea ácido. Es el ácido el que erosiona el esmalte de los dientes duros, creando caries.
Si tu hijo tiene sensibilidad dental, dolor o mal aliento persistente, podría tener una caries. A veces puedes verlas, ya sea como un parche blanco como la tiza o una mancha oscura en el diente. De cualquier manera, debes consultar a tu dentista.
Si tu hijo tiene caries, el dentista puede aplicar un gel o barniz de fluoruro para sellar el área. Si la cavidad es más severa, pueden limpiar el material descompuesto y aplicar un relleno o realizar una extracción.
Lo mejor es alcanzar un equilibrio de buena higiene bucal y dieta. Debido a que las bacterias en la placa se alimentan de alimentos azucarados y con almidón y bebidas, trata de limitarlos en la dieta de tu hijo. Pero no se trata solo de eliminar las "cosas malas": la introducción de más alimentos ricos en nutrientes como verduras y frutas realmente mineraliza la saliva de tu hijo. Esto ayuda a revertir el daño causado por la placa.
Una adecuada higiene bucal es clave. Contrario a la creencia popular, los dientes de leche afectan los dientes permanentes que tu hijo desarrollará más tarde. Las bacterias pueden transferirse a los molares que se desarrollan debajo y también pueden transferirse de padres a hijos. Por lo tanto, debes comenzar a cepillar los dientes de tu hijo desde el día en que le sale su primer diente. Una vez que pueda cepillarse los dientes, tendrás que supervisarlo hasta que tenga alrededor de siete años.
Asegúrate de que:
Si puedes inculcar buenos hábitos de limpieza dental en tus hijos, ellos podrán cuidar sus dientes y encías. Prevendrás las caries desde el principio, para que puedan disfrutar de una sonrisa más sana y feliz en el futuro.